miércoles, 18 de enero de 2012

Exposiciones orales, ya no os temo!!


La práctica hace el dominio. Igual que cuando aprendes a leer, vas notando un avance con el tiempo hasta que consigues leer con fluidez, lo mismo ocurre con todo. 
 
Una de las carencias de la Educación en nuestro país es la práctica de realizar exposiciones orales. Se nos enseña inglés desde pequeño, ya cada vez más tempranamente informática, pero ¿qué hay de exponer en público? Al final llegas a la universidad y te entra lo que llaman “pánico escénico”, ya que es la primera vez que te pones delante de un público a explicar un tema que crees que no vas a dominar.

Yo aún recuerdo la primera vez que tuve que exponer… 


Fue un hecho puntual puesto que tenía unos doce años y como dije, en esta parte de la enseñanza, las exposiciones orales no eran ni son nada frecuentes. Realizamos unos talleres relacionados con el medio ambiente en el que había que dibujar lo que a cada uno le sugerían los parques ambientales. La sorpresa fue que ya metidos en faena viene una cámara de televisión a grabarnos y el profesor elige a aquellos que él considera que deben explicar su dibujo, y no es por alabar mi trabajo pero fui uno de los elegidos. La primera vez y delante de una cámara, ¿no os parece un buen comienzo? Las tácticas y trucos para exponer me los salté a la torera. La “m” con la “a” se dice “ma” no existió nunca, pero no solo esta vez sino durante mis cinco años de carrera. Llegan ahora y… ¡a buenas horas! 
 
Es este uno de los aspectos que los estudiantes españoles hemos tenido que ir aprendiendo por nuestra cuenta y es por eso por lo que quizás estemos más “atrasados” que estudiantes de otros países a la hora de conseguir cierto tipo de trabajo.

Poco a poco te vas dando cuenta que quieres exponer como un compañero tuyo, que a la vez que habla no permanece clavado en el sitio sino que se va moviendo de un lado a otro, lo cual te trasmite soltura a la hora de trasmitir su mensaje. Copias de un buen profesor el hecho de que al explicar se baje de la tarima puesto que eso te causa más cercanía. Ves las primeras veces a tus compañeros tocarse el pelo, la nariz o la oreja y eso hace que te distraigas y no escuches su mensaje y lo tomas como ejemplo de lo que no se debe hacer. También me ayudó bastante el preguntar al final de mis exposiciones a mis compañeros cómo me habían visto y aunque la mayoría son cumplidos, pero agradecía enormemente cuando eran sinceros, así poder corregir los fallos que ellos me habían visto. De esta manera fui adquiriendo experiencia y observando sobre todo llegué a exponer como podréis comprobar dentro de una semana

Si lo piensas fríamente te das cuenta que los nervios con solo controlarlos un poco solo los notas tú mismo, los demás ni se dan cuenta y si ya tienes la certeza de que tú eres el único que dominas el tema que estas contando, la exposición te sale medianamente bien. Obviamente para dominar el tema debes más que tener una idea, te lo debes de saber perfectamente, aunque en algunas veces tengas que echar mano del famoso guión que según dicen es un mal aliado, ya que dicen que resta puntos. Yo desde mi experiencia digo que el uso de éste, al contrario que dar una mala imagen, sirve de gran ayuda, ya que en el caso que te pierdas puedes recurrir a él, lo cual no quiere decir que estés leyendo literalmente todo el tiempo porque ya eso si que puede ir en contra de tu exposición.


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