domingo, 16 de octubre de 2011

Las biblotecas del siglo XXI


Continuando con la rutina adictiva que genera la que yo llamo “vida virtual”, me topo con una noticia que me ha llamado bastante la atención. El titular: “Las bibliotecas municipales ofertan 31 cuentacuentos hasta fin de año http://www.laopinioncoruna.es/gran-coruna/2011/10/16/bibliotecas-municipales-ofertan-31-cuentacuentos-ano/542080.html, suficiente para crear una opinión fundamentada…

Preguntemos entre nuestro círculo de amigos más cercano qué le sugiere una biblioteca. La respuesta será siempre la misma; un lugar para la lectura o el estudio. La imagen que estos espacios, al igual que pueda ocurrir con los museos, nos han venido ofreciendo es monótona, pasiva y por qué no, aburrida. Lugares utilizados sin más remedio.

Para otra parte de la población, y desgraciadamente la mayor parte, son vistos con indiferencia, no les suscita ningún interés ni ven en ellos nada atractivo.

Actualmente poco a poco las bibliotecas están luchando por renovar su imagen y acoplarse a los nuevos tiempos y exigencias de la sociedad en la que vivimos. Si para nuestros padres el hecho de encontrar un sitio donde poder consultar atlas o manuales de ortografía de manera gratuita ya era una novedad, para los jóvenes de hoy en día la existencia de este tipo de espacios se ha convertido en un mero trámite prescindible para la educación o la cultura, ya que las ventajas originarias han ido perdiendo protagonismo. Esto no quiere decir que hayan dejado de ser una útil herramienta en la formación de cualquier persona, sino que se debe potenciar precisamente dicha función con medios a la altura de los tiempos en los que vivimos.

Pongámonos en el caso de mi pueblo para acabar de entender esto que digo. El pueblo en el que vivo, de unos 4.000 habitantes aprox., nunca ha conocido una biblioteca municipal tal cual. Siempre ha existido una pequeña sala en el colegio donde los niños, y digo niños porque éramos los únicos que la utilizábamos, íbamos en contadas ocasiones a por un determinado libro que nos llamaba la atención. Ahora contamos con una biblioteca municipal, la cual a través de un acuerdo con el colegio recibe todas las tardes varios grupos de niños, que tal y como se les exige van con sus libros, haciendo de este lugar su particular sala de estudios. También cuenta con varios ordenadores para consulta con programas adaptados para principiantes, una sección adaptada a los más pequeños con mesas de juego y escritorios y una sala de estudio insonorizada. Ha pasado de ser una novedad solo al servicio de ciertas personas y núcleos de población ha convertirse en un medio más para la formación perfectamente incorporado en nuestra actual forma de vida. 


                                               Excursión de niños a las instalaciones de la biblioteca


Como hemos visto ya se ha empezado a incorporar en la vida de estos espacios un eficaz medio de potenciación, la interacción colegio-biblioteca. No obstante, no solo se deben conformar con eso, la cuestión es lograr la mayor dinamización posible, es decir, hacer de dichos espacios un lugar atractivo para la mayor parte de los ciudadanos. La organización de ciclos de cuentacuentos, como hace referencia la notica, charlas amenas sobre el mundo bibliotecario para los más pequeños, excursiones a otras bibliotecas, etc., deben empezar a incorporarse en la vida de éstas. 


                                                         Grupo de mujeres en talleres de lectura

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