Posiblemente si preguntáramos entre nuestro círculo de amigos más cercano por Google la gran mayoría sabría decirnos de que se trata. Lo mismo no sabrían darnos una definición concreta, pero está claro que la palabra buscador saldría por boca de todos.
Sin que quede pedante, pero para mi Google siempre ha sido más que un buscador. Es el que me facilita el trabajo, el que me resuelve de manera más inmediata mis dudas, el que me aporta cualquier tipo de información que busque,… Es poco menos que un dios.
Siempre ha sido tan sencillo como escribir en la casilla las palabras claves de la información deseada para que aparezcan miles de páginas con enlaces a dichas palabras claves que anteriormente habías escrito. Aunque no siempre muestran la información que estamos buscando, ya que, por el contrario, he de decir que en la mayoría de las ocasiones nos aparece información referente a otros temas que en nada se asemeja al nuestro. Aún así mi idealización sigue siendo la misma, puesto que una vez que encuentro lo que busco me soluciona gran parte del trabajo de una manera cómoda y sencilla: nos evita pesadas búsquedas de manuales en bibliotecas, consultar índices, bibliografías, completar información con otros manuales más precisos, etc.
En esta primera práctica de la asignatura de Biblioteconomía se nos explicaba las ventajas que este buscador nos ofrecía para conseguir una información más precisa y ahorrarnos tiempo de búsqueda. Y ahora me pregunto yo: ¿no os parece una contradicción el objetivo de la práctica viendo el nombre de la asignatura?
En mi opinión, como he dicho, para mi es una herramienta bastante útil y sobre todo cómoda. No obstante, desde mi experiencia la imagen que se nos ha dado de ésta no ha sido del todo limpia, ya que su fiabilidad ha sido en numerosas ocasiones puesta en tela de juicio.
La mayoría de las educaciones superiores apuestan por el uso de Bibliotecas. Probablemente vean en monografías, manuales y otros artículos académicos un modo más fiable de obtener una información a la altura de las circunstancias que se nos exige. Recuerdo que en el curso de iniciación a la Universidad se nos explicaba la forma de realizar trabajos académicos y una vez llegados al punto de cómo citar la bibliografía, la manera de detallar una página virtual fue un alumno el que se tuvo que interesar, a lo que el profesor añadió: “mientras menos utilicéis esos recursos en este tipo de trabajos mucho mejor, y si lo utilizáis que sean recursos electrónicos que encontréis en nuestra o en cualquier otra biblioteca”.
Quizás sea éste el motivo por el que me resulte rara la exaltación de esta herramienta dentro del ámbito universitario y aún más, dentro de la asignatura de Biblioteconomía.
Sin embargo, ¿quién de los estudiantes no la utiliza en sus trabajos? Creo que no debemos entrar a valorar cual de los dos medios es más fiable, sino considerar ambos como una buena fuente de información, siempre que hagamos un buen uso de ellos, y para ello pienso que se destinó esta primera práctica. Al igual que se le dedicó una sección antes de entrar a la Universidad a cómo utilizar nuestra Biblioteca, también veo preciso, no ahora que ya llevamos el ciento de trabajos hechos, ni en esta asignatura, explicar el correcto uso de esta herramienta.
Volviendo al principio y habiendo reflexionado sobre el tema, he de decir que con el descubrimiento de la “búsqueda avanzada” de Google mi idealización ha ido en aumento, ya que si poco tiempo tardaba antes en encontrar lo que buscaba, ¡ahora tardo menos! Además, las diferentes variantes que este buscador en concreto ofrece, tales como Google Academic, Microsoft Academic Search, Google Noticias,…, reduce el campo de búsqueda, aportándonos una información más precisa.
Por ello quiero sacar una lanza a favor de Google, ya no solo como herramienta perfectamente válida para estudios superiores, sino como buscador de cualquier tipo de información, ya sea previsiones del tiempo, noticias del país, conciertos, horarios de vuelos, trenes y un sinfín de resultados que si me pusiera a citar todavía podría estar escribiendo.